De mi tiempo en la Costa caribe, hay una experiencia que recuerdo más. El último día en Laguna de Perlas, nos separamos de nuestro grupo, en parejas y fuimos a “nuevas familias”. Cullen y yo, nos encontramos pescando en una canoa con una familia muy interesante. Actualmente, nos encontramos con un hombre muy interesante. Lo presento: Fernando Rodríguez*. Nació en Bluefields, Nicaragua, y creció en Los Estados Unidos, Fernando tiene un carácter con muchas historias relevantes e interesantes para mí..
Cuando las tormentas vinieron y se fueron, moviendo nuestros remos rápidos, Fernando hablaba el tiempo entero. Hablamos sobre los trabajos que él había tenido, las guerras en que había participado, y las creencias que él tiene. Viajamos al centro de la laguna para pescar con él. esperamos y esperamos y el pez no llegó, pero Fernando hablaba todo el tiempo. Su pasado, su presente, su futuro; nos compartió mucho y no parecia tener ningún secreto.
Después de perder toda esperanza de pescar,, empezamos la vuelta larga. Pasamos por una isla donde paramos para obtener cocos y azúcar. El hijo de Fernando nadó, Cullen y yo comimos, y todavía Fernando hablaba. Regresamos a Laguna de Perlas con cocos, camisas mojadas, y muchas historias sobre Fernando. Hoy tengo más preguntas que le haría , si lo conociera otra vez. ¡Un día con Fernando no fue suficiente!
En verdad, no estoy de acuerdo con la mayoría de las opiniones que él compartió con nosotros. Sin embargo, este día en Laguna de Perlas fue, por cierto, una oportunidad para abrir mi mente a ideologías y creencias diferentes de las mías. Por eso, le agradezco a Fernando.

*El nombre ha sido cambiado.